Todo aquel madridista que haya recordado emocionado a Juan Gómez en cada minuto 7 en el Santiago Bernabéu nota, según se acerca el dos de abril, un sentimiento difícilmente explicable. Agradecimiento, fervor, pasión y admiración por un jugador diferente, arte sobre el terreno de juego, y una sensación de pena por la tristeza de no tenerle entre nosotros desde hace ya veinticuatro años. Cómo pasa el tiempo. Y, a pesar de ello, el recuerdo perdura. Uno no muere del todo si vive en el corazón de otro. Y Juanito late en el de muchos de nosotros.
Teníamos en el horizonte una nueva cita para honrar su memoria gracias al esfuerzo de la Fundación Juanito Maravilla. Cabe destacar su encomiable trabajo. Trabajo sin ayudas, independiente y, como sabemos unos pocos, no siempre valorado y hasta torpedeado en ocasiones por gente sin escrúpulos.
Se pusieron en contacto con el grupo a fin de conocer si querríamos participar en esta nueva edición tal y como se hizo el año pasado en Leganés. La fecha escogida fue la del aniversario del fallecimiento de Juanito. El lugar, también el mismo: el estadio del C.D. Leganés. De esta forma, había que empezar a organizarse, tanto para desplazarse como para montar un tifo algo más elaborado que el anterior.
Una vez metidos en faena, con muchos de los preparativos en marcha, nos encontramos con una piedra en el camino. El C. D. Leganés, conjuntamente con el ayuntamiento de la localidad madrileña, daban marcha atrás y retiraban su compromiso para que se celebrara el partido en sus instalaciones. ¿Motivos? Vagas explicaciones que convencen a muy pocos y que parecían ocultar las verdaderas causas. Dicho esto, la Fundación reaccionó rápidamente y tuvo que elegir la opción de Aranjuez, cuyo ayuntamiento sí se mostró encantado de recibirnos. En el fondo, tan sólo era un cambio de escenario. Lo importante seguía en pie.
La
distancia entre Aranjuez y Madrid suponía un trastorno a la hora de
desplazarse, por lo que el grupo optó por ayudar, especialmente a los más
jóvenes, fletando autobuses por un precio simbólico. Confirmada la reserva de
entradas con la Fundación, que dio su palabra y así la cumplió, empezamos a
convocar públicamente a todo aquel madridista que quisiera venir con nosotros
y, evidentemente, a todos los miembros del grupo cuyas obligaciones les
permitieran asistir al encuentro. Da gusto trabajar con gente seria y, aunque
sea por una vez, no sentir presiones o manos negras que nos perjudiquen en
nuestras actividades como grupo. Y el resultado salta a la vista. En una
situación de normalidad, acudimos aproximadamente 400 ultras, en un clima de
total tranquilidad. Familias con niños y jóvenes ultras compartiendo grada sin
problema alguno. Hasta la policía, presente en el evento, se mostraba
completamente relajada ante lo que iba a suponer un trámite casi obligado en
sus funciones (su presencia en el evento no fue más que testimonial). Va a
resultar que lo que dicen de nosotros los voceros de según qué persona y en
según qué medios no es verdad. Otra vez queda demostrado.
El partido fue toda una fiesta. Un homenaje sentido, de los que salen desde
dentro, respetuoso, pero también una celebración de los años de Juanito como
jugador blanco. Compartimos grada con otras peñas
madridistas.
Jornada de madridismo independiente, librepensador y alternativo. De eso que no
gusta en la planta noble de Concha Espina, 1.
Hay que reconocer también el apoyo mostrado por los
jugadores veteranos del Club, con el inmenso Santillana a la cabeza. No han
sido pocas sus muestras de agradecimiento, hasta solicitando públicamente
nuestra vuelta al estadio. Así lo demuestran las fotos. La foto de familia se
tomó con en el tifo a su espalda. Los jugadores no dudaron en venir a celebrar
con nosotros. La familia de Juanito nos agradeció el esfuerzo, no sólo a nivel
de grada, puesto que participamos muy sensiblemente en el resto de actividades
del Memorial. Medios de comunicación se hicieron eco de nuestra presencia y del
genial ambiente. Sólo cabe lamentar la falta de representación del Real Madrid
en el evento. Tan sólo un expresidente, Ramón Calderón, estuvo a la altura y
tuvo a bien asistir al encuentro.
¿No os preguntáis cómo es posible que una banda de violentos, como gusta decir
a cierta persona, sea capaz de generar este ambiente festivo? Otra vez queda
demostrado que sin sus presiones, sin sus campañas del miedo, sin sus manos
negras, Ultras Sur vuelve a demostrar que fue, es y será, a pesar de nuestra ausencia
forzada, el único motor del Bernabéu y parte importante en la masa social de la
Entidad.
No os creáis sus mentiras. Ni estamos muertos ni somos unos criminales. Sólo somos madridistas independientes y por eso nos castigan.
Utras Sur – Siempre Fieles.
No os creáis sus mentiras. Ni estamos muertos ni somos unos criminales. Sólo somos madridistas independientes y por eso nos castigan.
Utras Sur – Siempre Fieles.