En torno a 100 miembros del grupo con entrada nos dimos cita para un nuevo enfrentamiento de nuestro equipo, perteneciente al tercer partido de la fase de grupos. A eso de las 15:00 horas fueron llegando las hordas madridistas al punto de encuentro, situado en la Plaza de la República de Braga. La previa se fue desarrollando como habitualmente, los litros de cerveza corrían por las esquinas y se empezaban a entonar los primeros cánticos.
Con algo de antelación a nuestra salida en corteo hacia el estadio, la policía española (lacayos del club) nos informan que el Braga no va a reubicarnos, y que cada uno deberá acceder a la zona donde tiene su entrada, en el caso de los que están fuera de la zona visitante, sin identificativos del Madrid. Les decimos que no podrá ser, que entraremos todos juntos en la zona visitante. Ellos insisten en que el Braga no lo quiere así. Todos sabemos de dónde provenían esas órdenes. De los mismos de siempre. En este caso fue aún más dantesco, puesto que se estaba comprometiendo la seguridad de un partido por acatar las órdenes del Club, cuyo único fin era que no estuviéramos juntos todos los miembros del grupo.
Salimos hacia el estadio con un gran corteo donde se unieron a nosotros todos los madridistas que estaban en la previa compartiendo con nosotros cervezas y cánticos. Hubo en todo momento una gran comunión entre la afición madridista y los miembros del grupo, como suele ser habitual pese a que algunos intenten decir lo contrario. Gracias a esto fue posible realizar un gran corteo que duró alrededor de 40 minutos en el que no faltaron ni las bengalas ni los botes de humo para dar algo de colorido a las calles portuguesas.
Con nuestra llegada al estadio, acompañados de unos 500 madridistas más, empezaron los problemas. Los operarios de seguridad del Madrid, junto con el grupo de policías anteriormente mencionado, no iban a dejarnos disfrutar del partido tranquilos pese a que todos y cada uno de los que estábamos allí teníamos entrada y no habíamos causado ningún incidente. Más bien todo lo contrario. Gracias a su enorme incompetencia, se formó un gran tapón en el único acceso que tenía habilitada la afición visitante.
Tras unas arduas negociaciones con las fuerzas de seguridad comenzaron a dejar entrar a la gente a cuentagotas. Padres, niños, e incluso personas mayores se vieron afectados por todas estas incidencias provocadas por los que ya hemos dicho. Parecía que todo iba a ir bien una vez nos iban dejando pasar, pero para nuestra sorpresa nos encontramos con un control aún más exhaustivo unos metros más adelante. En el que se nos tuvo retenidos a todos, miembros del grupo y demás madridistas hasta el minuto 25 de partido, habiendo llegado al estadio con tiempo más que suficiente para haber accedido antes del inicio del partido a las localidades.
Finalmente, algunos miembros del grupo accedimos al estadio y nos situamos en la parte más baja de la grada que estaba habilitada. A los pocos minutos pudieron acceder los demás, los cuales fueron obligados a situarse en la parte alta de la grada. Algo que no fue un impedimento para llevar la animación durante todo el partido de forma conjunta entre ambos focos, realizando cánticos con varias voces y también contestándonos entre nosotros.
Una vez en la grada todos, nos encontramos con unos viejos conocidos que decidieron rendir culto al oro y venderse por unos cochinos euros hace unos años. Se vieron tan ridiculizados por nuestra férrea y pasional animación, que decidieron coger sus banderas y marcharse del estadio. Gesto que aplaudimos, pues todo el mundo supo diferenciar la animación pasional de la animación por contrato, que es la que llevan a cabo ellos.
El partido se desarrolló sin ningún tipo de incidente, animando todos en conjunto y contagiando al resto de la afición madridista que estaba presente. Los jugadores en el campo hicieron su trabajo, y finalmente al terminar el encuentro varios se acercaron a saludarnos. Gesto que agradecemos desde estas líneas. La salida se realizó de forma ejemplar, y pese a estar muy cansados, nos marchamos de allí con la cabeza muy alta y con la determinación de saber que el madridismo sabe perfectamente cuál es el único grupo de animación del Real Madrid C.F.
Finalmente, no puede faltar en esta crónica un gran agradecimiento a todos los miembros del grupo que se desplazaron. Tanto a jóvenes como a mayores, entre los que hay una gran unión y un gran respeto del que nos enorgullecemos. También agradecer en especial a los miembros de nuestras secciones, que haciendo un gran esfuerzo, decidieron acompañarnos en este desplazamiento. Muchas gracias a todos vosotros. Y por último, gracias al madridismo de a pie, el que se desplaza habitualmente y el que disfruta de su madridismo de forma libre y pasional junto a nosotros y no se avergüenza de ello. Nos vemos en futuros viajes.
Todo dicho por nuestra parte, NO NOS IREMOS JAMÁS.
SIEMPRE FIELES, ULTRAS SUR.